En MASDERM, usamos una técnica fascinante llamada radiofrecuencia en nuestros dispositivos faciales. Vamos a explicarte de manera sencilla cómo funciona esta tecnología, para que veas los beneficios de usarla en casa.
¿Cómo funciona el dispositivo?
Primero, es importante entender que en nuestros dispositivos, encontrarás algo llamado electrodos. Estos son las pequeñas piezas que tocan tu piel.
En nuestro dispositivo facial, hay un total de seis electrodos. Imagínate una flor donde el electrodo del centro es el botón central de la flor, y los otros cinco a su alrededor son los pétalos.
Estos electrodos están conectados internamente entre sí, pero solo hay dos polos, un polo son los 5 pétalos (en su conjunto) y el otro polo es el botón del medio. Esto ayuda a que la corriente de radiofrecuencia se distribuya de manera uniforme sobre tu piel.
¿Cómo funciona la radiofrecuencia en tu piel?
La piel, como casi todo en nuestro cuerpo, tiene mucha agua, y esa agua tiene pequeñas partículas cargadas llamadas iones. Cuando usas el dispositivo, la corriente hace que estos iones se muevan rápidamente, creando vibraciones. Este movimiento crea fricción, lo cual genera calor.
Este calor generado por la vibración que causa la radiofrecuencia es lo que ayuda a mejorar la apariencia de tu piel, haciéndola lucir más firme y joven porque ayuda a que las células de la piel llamadas fibroblastos se estimulen.
Al estimularlos, trabajan mucho mejor y generan el colágeno, la elastina y el ácido hialurónico entre otros componentes. Gracias a esto, tu piel empieza a generar mayor firmeza.
Es básicamente, ayudar a tu cuerpo a tener la misma capacidad que cuándo eras más joven. Obviamente, existen limitaciones pero sin duda es una gran ayuda que a tu piel le vendrá fenomenal para volver a verse mejor.
Controlando el calor para tu seguridad
La piel puede soportar ciertos niveles de calor, pero es importante no exceder estos límites para evitar daños. Nuestros dispositivos tienen controles que permiten ajustar la cantidad de energía, y por ende, el calor que se produce, asegurándose de que sea suficiente para ser efectivo pero seguro. Usualmente, la piel interior debe estar a unos 35-40ºC, que es agradable y efectivo para el tratamiento.
Ajustando el dispositivo para un uso óptimo
Puedes ajustar la potencia del dispositivo, lo que cambia la intensidad de la corriente y por ende el calor. Si los electrodos se mantienen fijos en un lugar, aplicarán más energía allí, pero si los mueves en círculos o zig-zag sobre tu piel, distribuirás la energía más uniformemente, lo que ayuda a evitar el sobrecalentamiento en una sola zona.
¡Por eso es súper importante deslizar el dispositivo lentamente pero nunca dejarlo estático!
La idea es que siempre sientas un calor suave y confortable. Si en algún momento se siente demasiado caliente, es señal de que debes ajustar la potencia o mover los electrodos para distribuir mejor la energía.
Y si no notas calor no te preocupes, desliza el dispositivo lentamente, sigue siendo igual de efectivo pero a veces tu piel puede notar más o menos el calor según el día y muchos otros factores, como la temperatura corporal de ese momento u otros.
Realmente la idea es calentar la capa profunda de la piel y mantener la capa externa segura, por eso no debes preocuparte si no notas la zona caliente, es más, si la notas muy caliente deberías ajustar la potencia y aplicar más crema para proteger tu piel aunque lo normal es notar la piel un poquito calentita.
Esperamos que esta explicación te haya ayudado a entender cómo funcionan nuestros dispositivos de radiofrecuencia y te animes a probarlos.
Con un uso adecuado, podrás disfrutar de los beneficios de un tratamiento de rejuvenecimiento de la piel, cómodamente en tu hogar. No olvides siempre comenzar con una potencia baja y aumentarla gradualmente según tu comodidad. Y sobre todo tener crema suficiente durante todo el tratamiento para que el dispositivo se deslice correctamente sobre la crema en tu piel!
*Esta explicación es igual de útil para todos nuestros dispositivos con la función radiofrecuencia, lo único que cambia es su tamaño y el número de electrodos.
